, 02 Ago. 23 (ACI Prensa).-
Hasta hace un tiempo la fiesta de San Gamaliel se conmemoraba el 3 de agosto, pero actualmente ya no se celebra de manera oficial. Este fariseo judío jugó un papel clave al inicio del cristianismo y tuvo 3 apariciones místicas en las que reveló una santa ubicación.
A Gamaliel, respetado Doctor de la Ley, se le describe en los Hechos de los Apóstoles (5,34) aconsejando al Sumo Sacerdote y al Sanedrín que no maten a los Apóstoles por predicar en nombre de Cristo. Más adelante, San Pablo se presenta públicamente como un judío que se formó “a los pies de Gamaliel”, en la ley hebraica.
De acuerdo a la Enciclopedia Católica, Gamaliel también es nombrado en el Talmud, el importante libro de leyes y doctrinas judías. Fue el primero en recibir el título de Rabban, que significa nuestro maestro. Es considerado el origen de numerosas ordenanzas legales.
Los relatos judíos indican que murió como fariseo y que con su muerte también pereció “el honor de la Torá (la ley)”.
No obstante, en la tradición cristiana, desde muy antiguo, se consideró que murió como cristiano. Incluso se dice que San Pedro y San Juan lo bautizaron junto a su sobrino San Nicodemo, aquel que habló con Jesús, y su hijo San Abibas, compañero de estudios de Pablo.
En el libro de santos La leyenda dorada, el Beato Santiago de La Vorágine (1230-1298) lo llama explícitamente San Gamaliel. Luego describe que él y Nicodemo recogieron el cuerpo del martirizado San Esteban y lo enterraron en una propiedad de Gamaliel.
Por otro lado, el beato cuenta que en el siglo V un sacerdote de nombre Luciano tuvo una aparición mística. Allí, Gamaliel le indicó que su cuerpo estaba enterrado junto a Esteban, Nicodemo y Abibas. Por lo que le pedía que todos los restos fueran llevados a un lugar apropiado.
Luciano imploró a Dios, como prueba de que lo que había visto era cierto, que Gamaliel se apareciese dos veces más. Así sucedió, y en las visiones Gamaliel le exigía el traslado de las reliquias y le dio instrucciones.
Entonces Luciano fue con el Obispo Juan de Jerusalén y le contó todo. Cuando empezaron las excavaciones en la ubicación indicada por Gamaliel, se esparció un agradable aroma y muchos enfermos que habían ido a presenciar el hecho quedaron curados.
Los restos de los santos fueron llevados a la Ciudad Santa y ubicados en la iglesia de Sión, donde San Esteban sirvió como diácono.
El Beato Santiago asegura que este relato fue escrito por Gennadio, conocido historiador cristiano. Además, es referido por Beda (aprox. 673 – 735), santo y patrono de los historiadores, y por San Agustín, quien también habló de la aparición de Gamaliel en sus escritos sobre San Esteban.
La web de investigación de santos Santi e Beati indica que en el martirologio romano se conmemoró por un tiempo a San Gamaliel el 3 de agosto, aniversario del descubrimiento de las reliquias, pero que en la edición que se promulgó durante el pontificado de San Juan Pablo II ya no apareció su nombre.
En la Catedral de Pisa (Italia), al lado de la Torre inclinada, hay una especie de sarcófago que indica que allí están los restos de Gamaliel, Nicodemo y Abibas.