En la cruz pectoral de plata donada por el Círculo de San Pedro a León XIV el día de su elección, se insertaron los fragmentos ex ossibus de cuatro obispos: del 45º obispo de Roma, de San Agustín obispo de Hipona, de Santo Tomás de Villanueva, arzobispo de Valencia, y de Anselmo Polanco, beato, obispo de Teruel, mártir. Fue idea del custodio del Santuario Apostólico, el padre Silvestrini, que recogió el deseo del Pontífice de encomendarse a la protección de su predecesor del mismo nombre.