Olena Mosendz cuenta a los medios de comunicación vaticanos su odisea de guerra, desde profesora universitaria hasta esposa de un soldado, madre y comprometida con la ayuda a sus compatriotas devastados por más de tres años y medio de conflicto: «Un día tenía que comprar medicamentos destinados al frente. Me puse un portabebés, metí a mi hijo de dos semanas y fui con él a la farmacia a comprar lo que necesitaban los médicos».