En el relato del redactor jefe del Departamento de Comunicación de la Iglesia greco-católica ucraniana, las últimas horas dramáticas en las principales ciudades del país, incluida la capital, Kiev, sometida a un violento bombardeo de los rusos, que alcanzó una clínica obstétrica, escuelas, casas, centros comerciales: «La Navidad es fuente de esperanza y fuerza. Dios está con nosotros y seguimos adelante».