La escuela y el convento de las Hermanas Franciscanas fueron ametrallados el 16 de marzo por desconocidos. Conmocionada, la comunidad cristiana israelí pidió al gobierno que garantizara la seguridad de la escuela. Monseñor Nahara, vicario patriarcal latino en Israel: «Dejen a los institutos fuera de la espiral de violencia».