Estos siete días el Papa presidió las misas Crismal y Coena in domini, la primera en la basílica vaticana y la segunda en la cárcel de mujeres de Rebbibbia, el viernes santo presidió la celebración de la Pasión del Señor, siempre en la basílica vaticana y desde Casa Santa Marta siguió el Viacrucis, por consejo de los médicos, para poder presidir el sábado santo la Vigilia y el Domingo de Resurrección la Santa Misa, con el rezo del Regina Coeli.