El 1 de abril de 2023, todos estaban conmovidos por el dolor de Serena y Matteo, quienes durante la noche habían perdido a su única hija, afectada por trisomía 18. Afuera del Policlínico Gemelli, se encontraron con el Papa Francisco y su calor paternal. “Un abrazo que valió más que mil palabras –dice Serena–. Para nosotros, un momento imborrable”.