El observador permanente Gabriele Caccia, interviniendo en Nueva York en los trabajos de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU, reiteró la centralidad de la lucha contra la pobreza para alcanzar el objetivo, aún lejano, de la igualdad entre mujeres y hombres: «La pobreza causa falta de educación, de trabajo, de asistencia sanitaria, expone a las mujeres a la violencia, a los abusos, a la maternidad de riesgo e impide el desarrollo de sus potencialidades».