En su discurso ante la Sexta Comisión de Crímenes contra la Humanidad de la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, el arzobispo Gabriele Caccia, Observador Permanente del Vaticano, enfatizó la necesidad de prevenir y abordar las ofensas contra la sacralidad de la vida humana. Pidió un mayor enfoque en el derecho internacional consuetudinario vigente, en lugar del desarrollo progresivo, para fomentar el debate.