, 12 May. 23 (ACI Prensa).-
El P. Erick Díaz, sacerdote nicaragüense que vive exiliado en Chicago, alentó a los fieles a rezar el Rosario diariamente, pidiendo a la Virgen María por la libertad de Mons. Rolando Álvarez, condenado injustamente por la dictadura de Daniel Ortega a 26 años y 4 meses de cárcel.
“Queridos hermanos y hermanas, te saluda el P. Erick Díaz, exiliado y desterrado, para pedirte que te unas con nosotros en el rezo del Santo Rosario”, que es “una oración sencilla” pero “muy poderosa”, afirmó el sacerdote en un video publicado el 11 de mayo en su página de Facebook.
“En este mes mariano, mes de la Santísima Virgen María, únete con nosotros a través de nuestra página del P. Erick Díaz para seguir orando el Santo Rosario, para pedir por la salud, para pedir por la vida y también para pedir por la libertad de nuestro obispo, Monseñor Rolando José Álvarez Lagos”, exhortó el presbítero.
El 10 de febrero de 2023, Mons. Álvarez fue condenado, tras ser acusado injustamente de ser traidor a la patria, por haber criticado a la dictadura.
Un día antes rechazó ser parte de los 222 deportados que llegaron a Estados Unidos, porque prefirió quedarse con su pueblo y con los presos políticos que aún están en las cárceles de Nicaragua.
En su video, el P. Díaz resaltó que “la Virgen Santísima es nuestra Madre, y el camino más seguro para llegar a Jesucristo es el camino que nos indica la Madre, es el camino que nos dice Ella: No hagan otra cosa más que lo que Jesús nos invita”.
“Así que todos los días, hora de Nicaragua, 8:00 p.m., conéctate con nosotros.
Solamente únete, solamente reza con nosotros. Si todos nos unimos como soldados de Cristo a orar el Rosario, miraremos la gloria de Dios”, alentó el sacerdote.
El presbítero agradeció a las personas de otros países que se han unido a rezar por Mons. Álvarez y pidió orar también por el P. Manuel Salvador García y por Mons. Leonardo Urbina, sacerdotes de la Diócesis de Granada que aún siguen en prisión.
“Orar es nuestra fortaleza, orar es nuestro compromiso”, concluyó.