En el país africano, sacudido por protestas callejeras y episodios de violencia, también la policía y la gendarmería se han unido a gran parte del ejército gubernamental que respalda a los manifestantes. El presidente de la República, Andry Rajoelina, huyó al extranjero; no ha dimitido, pero disolvió la Asamblea Nacional. Monseñor Fabien Raharilamboniaina, presidente del episcopado, alerta: “La Iglesia está preocupada. Se necesita diálogo para alcanzar la paz”.