En un nuevo y apremiante llamamiento lanzado por los medios de comunicación vaticanos, el Patriarca de Jerusalén de los Latinos pide la paz para la Franja abrumada por la catástrofe: «A la gente no le queda nada: faltan alimentos, agua y medicinas. Una tregua es posible, sólo hay que quererla». La Iglesia local se compromete a rezar y a ayudar a toda la población