Al final de la audiencia general, el Papa Francisco invitó a renovar con la oración la cercanía al «querido pueblo» de Ucrania y a los que sufren la guerra en Palestina e Israel. En sus saludos en árabe, recordó que los cristianos están llamados «por vocación» a vivir «el amor, la alegría, la paz, la magnanimidad, la benevolencia, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre, el dominio de sí mismos»