Un viaje para confirmar en la fe a la «pequeña y vivaz» comunidad católica de Mongolia, y también para reforzar los lazos entre la Santa Sede y este país asiático. Así se expresó el Cardenal Secretario de Estado al hablar sobre la visita apostólica a Ulán Bator. Paz, encuentro y diálogo serán tres piedras angulares de este viaje