La Conferencia episcopal de Ecuador condena la sentencia de la Corte Constitucional que despenaliza la eutanasia. En una declaración, los obispos reiteran que la vida humana es sagrada e inviolable, y que cualquier complicidad con la muerte la terminan pagando los más débiles y vulnerables, como lo son las personas gravemente enfermas, fuertemente condicionadas y afectadas emocionalmente