El cardenal Brenes ha ordenado nueve sacerdotes en Managua, mientras que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pide al gobierno nicaragüense que revele el paradero del obispo de Siuna, Isidoro Mora: la nueva oleada de detenciones de religiosos socava el «derecho a la libertad religiosa, pilar de todo Estado democrático».