En el país del sudeste asiático, mencionado por el Papa León XIV a la hora del Ángelus, siguen muriendo personas bajo el fuego de grupos que compiten por el poder. El jefe de la junta militar ha admitido que no podrá garantizar la seguridad de las próximas elecciones, previstas para diciembre, en todas las regiones, mientras las milicias de la oposición intentan compartir información de inteligencia