Un día después del atentado con dos explosiones en la ciudad del sur de Irán que causó 103 muertos y 211 heridos entre los que se disponían a conmemorar al general de los Pasdaran Soleimani, asesinado hace cuatro años por Estados Unidos, aparecieron imágenes de un terrorista suicida. El Estado Islámico, suní, autor de sangrientos atentados contra la mayoría chií de Irán en el pasado, reivindicó la masacre, la peor desde la revolución islámica de 1979.