«El Mare Nostrum no debe convertirse en Mare Mortuum». Los días 22 y 23 de septiembre, en Marsella, el Papa denunció la transformación del Mediterráneo en una tumba de dignidad, llamando a despertar contra «el naufragio de la civilización». En respuesta a este llamamiento, la diócesis de Marsella organiza del 6 al 8 de abril un encuentro sobre los retos de la migración.