En un telegrama enviado a la Iglesia Arzobispal Mayor Greco-Católica Rumana, el Papa recuerda al Arzobispo Mayor de Fǎgǎraş y Alba Iulia de los Rumanos, fallecido el 25 de septiembre, quien durante los años del régimen comunista en Rumanía soportó con valentía dificultades y humillaciones, y continuó sirviendo a Cristo en el ministerio pastoral incluso a riesgo de su propia libertad: Demostró un amor inquebrantable por la Iglesia e iluminó a generaciones de fieles.