En su catequesis de este miércoles, el Papa León XIV profundizó en el misterio del Sábado Santo, subrayando que Cristo desciende hasta los infiernos no como un signo de derrota, sino como la manifestación más radical del amor de Dios, capaz de alcanzar incluso las tinieblas más profundas del ser humano para llevar la luz de la Resurrección.