El Papa recibió en el Vaticano a más de cien líderes de la Pastoral Hispana de Estados Unidos, a quienes alentó a ser testigos del amor de Dios y a acompañar especialmente a los más pequeños, pobres y migrantes. En un mensaje en español, el Pontífice recordó que “Dios jamás abandona a nadie” y agradeció su servicio pastoral como signo de esperanza y fe en un mundo herido por la violencia y el odio.