El Papa Francisco, con el procedimiento de canonización equivalente, ha decidido extender a la Iglesia universal el culto a las 16 monjas carmelitas descalzas de Compiègne guillotinadas durante la Revolución Francesa. Serán bendecidos dos mártires: uno del comunismo, el arzobispo Eduardo Profittlich, y otro del nazifascismo, el sacerdote Elia Comini. Se hacen venerables los siervos de Dios Áron Márton, obispo, Giuseppe Maria Leone, sacerdote, y Pietro Goursat, laico francés