En su discurso a participantes en curso de la Rota Romana, Francisco les recordó que el principal motor para el verdadero desarrollo de la humanidad es la caridad en la verdad, que Jesucristo dio testimonio en su vida terrena. La verdadera justicia debe ir acompañada de caridad, y ambas deben basarse en la verdad, para que puedan construir una vida comunitaria sólida y respetuosa de la dignidad humana.