En su primer viaje apostólico, el Papa León XIV ha peregrinado hasta İznik, la antigua Nicea, para recordar el Concilio que hace 1.700 años definió la naturaleza divina de Jesucristo. Ante representantes de diversas confesiones cristianas, el Pontífice ha advertido sobre las tergiversaciones actuales de la figura de Cristo y exhorta a la fraternidad universal.