Al pie de la montaña más alta de la nación caribeña, la iglesia dedicada a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, erigida en agosto del año pasado, representa una pequeña pero fuerte defensa de la solidaridad y la esperanza. El párroco, el padre camiliano Massimo Miraglio: “La gente del lugar se siente querida. Juntos construimos nuestro futuro y luchamos contra el odio y el resentimiento».