El Papa presidió la santa misa en la Solemnidad de Santa María Madre de Dios y 57ª Jornada Mundial de la Paz en la Basílica de San Pedro. En su homilía, invitó a los fieles a consagrarse a la Santísima Virgen y deseó que el nuevo año «esté lleno de la consolación del Señor; que este año esté colmado de la ternura materna de María, la Santa Madre de Dios».