Al dirigirse a un grupo de expertos del mundo de la tecnología, funcionarios de la Curia, teólogos y moralistas que se reúnen anualmente para los Diálogos Minerva, el Papa les recomendó que el progreso técnico sea el resultado de elecciones éticas y responsables. El valor de una persona no puede depender de una serie de datos a menudo recogidos subrepticiamente, dijo, porque pueden estar «contaminados por prejuicios e ideas preconcebidas»