El Papa entrega su discurso preparado a la Federación Internacional de Universidades Católicas en el que insta a las universidades a ser protagonistas en la construcción de una cultura de paz, a inspirar caminos de vida auténtica y a ensuciarse las manos evangélicamente en la transformación del mundo y en el servicio a la persona humana. «Ayuden a la Iglesia a construir alianzas intergeneracionales e interculturales en el cuidado de la casa común», escribe el Pontífice