En el trigésimo aniversario de la muerte del sacerdote asesinado por la mafia, el Papa subraya su compromiso junto a los pobres y con los jóvenes para arrancarlos de la delincuencia, en una carta dirigida al arzobispo de Palermo. Y pide a los pastores de Sicilia que no se detengan ante las numerosas llagas humanas y sociales de hoy