Fallece a los 100 años querida religiosa que fue ejemplo de oración y servicio

, 27 Dic. 22 (ACI Prensa).-
Las Religiosas Franciscanas de Nuestra Señora del Buen Consejo en Perú informaron del fallecimiento de Sor Angustias, miembro de la congregación que recientemente cumplió 100 años y que fue ejemplo de “oración, servicio, perseverancia y voluntad”.

Sor Angustias falleció el lunes 26 de diciembre, día en que se recuerda a San Esteban, el primer mártir de la Iglesia Católica.

“La vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma, y al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo”, señala una publicación de las religiosas en su página de Facebook.

Breve biografía

Sor Angustias tenía 73 años de religiosa. Su nombre de pila era Amada Martín Delgado. Nació el 9 de junio de 1922 en Tenerife (España) y tomó el nombre de Sor Angustias cuando ingresó a la congregación.

El nombre, explican las religiosas, fue elegido por su padre por la Virgen de las Angustias, una advocación mariana del siglo XVI que es patrona de Granada (España).

Antes de llegar al Perú, en 1963, Sor Angustias trabajó en el norte de África y en Cuba. En la isla estuvo 10 años.

Salió obligada de Cuba, junto con su comunidad, por la llegada al poder del dictador comunista Fidel Castro. Luego pasó alrededor de dos años y medio en Estados Unidos, todavía pensando en volver a Cuba, pero ya no pudo hacerlo.

Sor Angustias trabajó en distintos lugares en Perú, como el Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo y el Colegio La Salle de Lima.

¿Quiénes son las Franciscanas del Buen Consejo?

En su sitio web, las Religiosas Franciscanas de Nuestra Señora del Buen Consejo explican que siguen a Cristo “por el camino de Francisco de Asís y bajo la protección de la Virgen, Madre del Buen Consejo”.

“Encarnamos el carisma y el estilo de nuestra fundadora, María Teresa Rodón Asencio, dando preferencia a los más necesitados”, agregan.

Esta misión, detallan, buscan cumplirla “a través de la enseñanza, la asistencia a enfermos y ancianos, la colaboración parroquial, acciones de voluntariado y misiones, cooperando así en la misión evangelizadora de la Iglesia”.

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