Los recientes cambios climáticos, sumados a la falta crónica de infraestructura, han exacerbado la escasez de alimentos y la pobreza en el departamento colombiano, una encrucijada entre el Mar Caribe y el Océano Pacífico. «Tenemos una tasa muy alta de necesidades básicas insatisfechas», declaró la activista ambiental Velia Vidal a los medios del Vaticano.