Tras el ataque del domingo pasado en una iglesia ortodoxa griega en Damasco, monseñor Hanna Jallouf volvió a expresar su preocupación. La gente tiene miedo; muchos quisieran irse del país, pero las autoridades nos han asegurado que defenderán a los cristianos. Estoy seguro de que el futuro será mejor que el pasado.