, 10 Ene. 23 (ACI Prensa).-
El Vía Crucis más grande de Sudamérica, ubicado en la ciudad bonaerense de Tandil (Argentina), cumple este 10 de enero 80 años.
Mons. Fortunato Devoto, quien fuera Obispo Auxiliar de Buenos Aires, junto a su primo, Pedro Redolatti, promovió la iniciativa, que fue finalmente inaugurada en 1943.
La obra mide 22 metros de alto y consta de 14 esculturas que representan las estaciones del Vía Crucis.
Los fieles y turistas que lo visitan pueden ascender al cerro por una escalera de 195 peldaños y desde allí observar la imagen del Cristo.
Es un paseo muy popular entre quienes visitan la zona serrana de la provincia de Buenos Aires, y uno de los sitios más imponentes de la ciudad.
Para su construcción, contaron con la contribución del Municipio de Tandil, el Gobierno Provincial y de la Nación, junto con donantes privados que aportaron para la cruz, el Vía Crucis y la escalera.
La cruz original fue confeccionada con un alerce centenario, donación del Director de Parques Provinciales, Ezequiel Bustillo. Deteriorada por el tiempo, en 1949 fue reemplazada por una de cemento.
El acto de inauguración contó con la presencia del entonces presidente de la nación, Ramón Castillo, y el intendente de la ciudad de Tandil, William Leeson.
Entre las autoridades eclesiales que se hicieron presentes estaban el Nuncio Apostólico, Mons. Giusseppe Fietta; el Obispo de Azul, Mons. César Caneva; Mons. Miguel D’Andrea, Obispo Auxiliar de Buenos Aires; y el párroco de Tandil, el P. Julio Chienno.
Se estima que a la inauguración asistieron cerca de 40.000 personas. Para entonces, Mons. Fortunato Devoto ya había fallecido.
Durante la Semana Santa, llegan al lugar miles de creyentes de distintos sitios de Argentina y de otros países.
En los primeros días del 2023, la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, perteneciente a la Cámara de Diputados, aprobó el dictamen para que el Monte Calvario de Tandil sea declarado Monumento Histórico Nacional.
El proyecto fue presentado en junio de 2022 por el diputado nacional Rogelio Iparraguirre. De convertirse en ley, posibilitará mayores inversiones para su conservación.