Francisco no solo fue Papa, fue padre. Nos enseñó que el amor se demuestra en lo pequeño, que nadie queda fuera del abrazo de Dios. Y hasta el último aliento nos demostró la fuerza de la oración y levantó su voz para decir: «La guerra es siempre una derrota». Su legado es inmenso y este pequeño video es solo un recordatorio de una parte.