El Arsenal de la Paz, sede del Sermig, el Servicio Misionero de los Jóvenes, en Turín, cumple cuarenta años. Fue el 2 de agosto de 1983 cuando, ante la presencia del entonces presidente de la República Italiana, Sandro Pertini, y del fundador, Ernesto Olivero, este lugar, que durante mucho tiempo había sido símbolo de la construcción de armas de guerra y muerte, abrió sus puertas de par en par a decenas de miles de personas que cada día encuentran acogida, ayuda y brazos abiertos