El polémico jesuita James Martin asegura que hay “mucha homofobia” en la Iglesia

, 07 Jul. 23 (ACI Prensa).-
El sacerdote jesuita James Martin ha concedido una entrevista a la revista Catalunya Cristiana en la que afirma que “hay mucha homofobia en la Iglesia” y que esto responde a un sentimiento de “odio” a las personas que se identifican con las siglas LGTBIQ+ (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales, queer y más).

El Diccionario de la Real Academia Española (RAE) define homofobia como la “aversión a la homosexualidad o las personas homosexuales”. Sin embargo, para importantes líderes católicos como el prefecto emérito de la Congregación (hoy Dicasterio) para la Doctrina de la Fe, Cardenal Gerhard Ludwig Müller, este concepto en verdad “no existe”, pues “es claramente una invención, un instrumento del dominio totalitario sobre la mente de los otros”.

Así lo manifestó en una entrevista publicada en 2019, subrayando que “la homofobia es un engaño que sirve para amenazar a la gente”.

El P. Martin, autor de Tender un puente: Cómo la Iglesia Católica y la comunidad LGBTI pueden entablar una relación de respeto, compasión y sensibilidad, se ha encontrado frecuentemente envuelto en polémicas.

En este sentido, son varios los Obispos y Cardenales que han reprochado de forma pública algunos aspectos de la acción pastoral del religioso. 

Entre ellos, el Arzobispo de Durban (Sudáfrica), Cardenal Wilfrid Fox Napier, rechazó la inclusión del término “católicos LGTB” en los documentos de la Iglesia, tal como promueve el P. Martin.

Más recientemente, el Obispo de Tyler (Estados Unidos), Mons. Joseph Strickland, reprochó al jesuita que declarara como compatible celebrar en junio el llamado Orgullo LGTBI y el mes del Sagrado Corazón de Jesús. El Prelado afirmó a través de Twitter: “Esta blasfemia debe parar, Dios ama a cada persona, incluso a los más pecadores, pero decir que los actos pecaminosos son compatibles con el Sagrado Corazón de Jesucristo contradice la llamada del Señor a ir y no pecar más”.

El Papa Francisco, por su parte, le ha recibido en dos ocasiones: el 30 de septiembre de 2019 y el 11 de noviembre de 2022. También le ha enviado al menos cuatro cartas, en junio de 2021, en mayo de 2022, en enero de 2023 y en mayo de 2023.

En ellas le ha transmitido palabras de gratitud: “Quiero agradecerte tu celo pastoral y tu capacidad de estar cercano a las personas, con esa cercanía que tenía Jesús y que refleja la cercanía de Dios”.

Para James Martin se trata de “odio”

El P. Martin, que encabeza el ministerio Outreach, afirma en la entrevista concedida a Catalunya Cristiana que “a una parte significativa de los católicos” le cuesta ver a las personas englobadas en las siglas LGTBIQ+ “como hijos queridos de Dios”. 

A su juicio, esto es “por la homofobia. Incluso esta palabra es insuficiente: quiere decir miedo a las personas LGTBIQ+, cuando en realidad es odio”, subraya. 

El sacerdote argumenta que esto se debe a que “muchos católicos aún no conocen a las personas LGTBIQ+, por lo que las ven como extrañas”. 

En segundo lugar, afirma que “los psicólogos dicen que la intensa rabia dirigida hacia las personas LGTBIQ+ a menudo proviene de personas que se sienten incómodas con su propia sexualidad (es decir, que luchan internamente con sentimientos homosexuales)”. 

Además, considera que esa actitud tiene su raíz en que “algunas personas piensan que es un pecado simplemente ser gay, cosa que no es cierta”. 

“Sumado todo esto, vemos que hay mucha homofobia en la Iglesia”, resume el jesuita. 

Ja podeu adquirir el número d’aquesta setmana al nostre web, a @iQuiosc, a les parròquies diocesanes o a la @LlibreriaClaret. En el focus, l’entrevista al jesuïtat estatunidenc @JamesMartinSJ https://t.co/8mwLYjKE31 pic.twitter.com/9WZU6Voysv

— CatalunyaCristiana ﻥ (@catcristiana) July 4, 2023

Por otro lado, el P. Martin afirma: “Lo que más me cansa es el nivel de homofobia de la Iglesia”. A su parecer, “no hay otro grupo que se señale tan implacablemente como pecador, cuando todos nosotros vivimos de alguna manera vidas que no se ajustan al 100% a los Evangelios”.

Actitud del Papa Francisco

El P. Martin considera que “quizás los líderes de la Iglesia tendrán que pensar en disculparse por las declaraciones hirientes que se han hecho”. En este sentido, afirma que “cualquier cosa que haga sentir a una persona que de alguna manera es un error no viene de Dios”.

El jesuita defiende que, “afortunadamente, el Papa Francisco ha intentado acercarse pastoralmente a este grupo de personas y este acercamiento ha hecho que muchas se sientan más bienvenidas y queridas”.

“Reconocer el amor” entre personas del mismo sexo

Por otro lado, preguntado por si es posible redefinir el magisterio de la Iglesia sobre el matrimonio como la unión exclusiva e indisoluble entre un hombre y una mujer, el P. Martin responde: “No pondré en duda las enseñanzas de la Iglesia, pero diría que debemos preguntarnos si la Iglesia no puede reconocer el amor a menudo abnegado y solidario de las parejas homosexuales”.

Respecto del acceso al sacramento de la Eucaristía, el presbítero estadounidense entiende que “el problema no es que pidamos a la gente que siga las enseñanzas de la Iglesia. El problema es que nos centramos casi exclusivamente en las personas LGTBIQ+”.

La revista Catalunya Cristiana, donde se han realizado estas declaraciones, fue fundada en 1979 y es propiedad del Arzobispado de Barcelona a través de la Fundación Mensaje Humano y Cristiano.

¿Qué dice el Magisterio de la Iglesia sobre la homosexualidad?

La enseñanza católica sobre la homosexualidad está resumida en tres artículos del Catecismo de la Iglesia Católica: 2357, 2358 y 2359.

En ellos se enseña que los hombres y las mujeres con atracción al mismo sexo “deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta”.

El Magisterio explica que la homosexualidad, como tendencia, es “objetivamente desordenada” y constituye para la mayoría de estas personas “una auténtica prueba”.

El Catecismo afirma que, apoyada en la Sagrada Escritura, la Tradición ha enseñado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” y que “no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual”. En consecuencia, “no pueden recibir aprobación en ningún caso”.

“Las personas homosexuales están llamadas a la castidad” y “mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana”, se especifica.

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