Francisco acudió al Palacio Madama, sede del Senado italiano, para rendir homenaje al presidente emérito de la República Italiana y senador vitalicio fallecido el pasado 22 de septiembre. El Papa, que lo definió como un «servidor de la Patria», en el telegrama de condolencia recordó sus «grandes cualidades intelectuales y su sincera pasión por la vida política italiana».