Francisco recibió en audiencia a las Hermanas Escolásticas de Nuestra Señora y subrayó que «no hay vida religiosa sin verdadera pobreza». Del Pontífice la invitación a las religiosas a testimoniar el Evangelio a la luz del camino sinodal que la Iglesia está emprendiendo: «Escuchar a Dios y a los demás es una virtud que debe crecer en las comunidades religiosas».