En una catequesis marcada por profundidad espiritual y un tono casi contemplativo, el Papa León XIV invitó hoy al mundo a mirar de frente aquello que más teme: la muerte. Lejos de ser un final oscuro —afirmó— es el umbral luminoso que Cristo abrió con su Resurrección, el paso que revela lo que el corazón humano siempre ha deseado: la vida plena y eterna.