En la audiencia general, Francisco continuó el ciclo de catequesis sobre vicios y virtudes y reflexionó sobre el vicio de la avaricia que afecta tanto a quien tiene muchos bienes como a quien tiene pocos: «Es una enfermedad del corazón, no de la cartera». Del Pontífice la advertencia contra el acaparamiento compulsivo o la acumulación patológica: «Los bienes acaban poseyéndonos. La vida del avaro es fea».