Este miércoles, 27 de agosto, al final de la Audiencia General, el Santo Padre ha renovado su llamamiento por la paz, especialmente ha pedido que se ponga fin al conflicto en Gaza. Ha invocado que se liberen a los rehenes, se alcance un alto el fuego permanente, se facilite el acceso seguro a la ayuda humanitaria. Asimismo, el Pontífice se sumó a la Declaración Conjunta de los Patriarcas Griego Ortodoxo y Latino de Jerusalén, que ayer pidieron el fin de esta espiral de violencia.