En su mensaje para la 61ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones el Santo Padre recuerda que cada uno de nosotros, en su lugar, en su estado de vida, puede ser, con la ayuda del Espíritu Santo, sembrador de esperanza y de paz.
En su mensaje para la 61ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones el Santo Padre recuerda que cada uno de nosotros, en su lugar, en su estado de vida, puede ser, con la ayuda del Espíritu Santo, sembrador de esperanza y de paz.