En un mensaje al presidente Volodymyr Zelenskyy con motivo de la fiesta nacional, el Pontífice manifiesta su cercanía al pueblo ucraniano invocando al Omnipotente para que consuele a quienes están probados por las consecuencias de la guerra, fortalezca “a los heridos” y conceda “el descanso eterno a los difuntos”. El Papa implora, además, a Dios para que mueva los corazones de las personas de buena voluntad y se llegue al bien de todos.