«Ha aumentado la persecución de los cristianos -dice el Papa- en algunas partes del mundo». Así, en la Conmemoración de los nuevos mártires y testigos de la fe en la Basílica de San Pablo, León XIV recuerda a quienes dan testimonio de «la fe sin utilizar nunca las armas de la fuerza y de la violencia, sino abrazando la fuerza débil y mansa del Evangelio».