La catequesis de la audiencia general de hoy concluye el ciclo de reflexiones sobre la pasión por la evangelización. Comentando el milagro de Jesús que devuelve el habla y la audición a un sordomudo, Francisco dice que la palabra «ábrete» dirigida a aquel hombre es repetida por Cristo a todo creyente: «Preguntémonos, ¿queremos ser testigos o nos contentamos con ser discípulos?»