Tras el rezo del Ángelus dominical en la Plaza de San Pedro, el Papa recordó la jornada mundial dedicada a los necesitados y su primera Exhortación Apostólica, preparada por el Papa Francisco y completada “con gran alegría”. Rezó por las víctimas de accidentes de tránsito y por quienes han sufrido abusos, esperando un crecimiento “de la cultura del respeto como garantía de protección de la dignidad de cada persona, especialmente de los menores y de los más vulnerables”