, 07 Ene. 23 (ACI Prensa).-
El Papa Francisco recibió el viernes 6 de enero, día de la Epifanía del Señor, al Cardenal Joseph Zen Ze-kiun, Obispo Emérito de Hong Kong, que viajó a Roma con permiso de las autoridades de China para participar en el funeral del Papa Benedicto XVI.
Según informa la revista America, el Papa Francisco recibió al Cardenal chino en audiencia privada en la Casa Santa Marta a las 3:30 de la tarde (hora de Roma).
“¡Fue maravilloso, él fue muy cálido!”, dijo el Cardenal de 90 años a la revista sobre su encuentro con el Papa.
El Purpurado chino concelebró la Misa de funeral del Papa Benedicto XVI el jueves 5 de enero en el Vaticano, luego que las autoridades de Hong Kong le entregaron temporalmente su pasaporte para viajar a Roma.
Un tribunal local permitió al Cardenal Zen, que fue arrestado el año pasado aplicando la ley de seguridad nacional de la ciudad, viajar a Italia para estar presente en el funeral del difunto Papa que lo convirtió en cardenal.
Our beloved Pope Emeritto Benedict XVi, please continue to pray for us in heaven. #BenedictoXVI
Il nostro amato Papa Emeritto Benedetto XVi, per favore, continui a pregare per noi in cielo.
親愛的榮休教宗本篤十六世，請在天上繼續為教會祈禱！ pic.twitter.com/TSVngFltF5
— Joseph Zen (@CardJosephZen) January 7, 2023
Un magistrado dictaminó el 3 de enero que al Cardenal chino se le permitiría salir de Hong Kong durante cinco días y se le devolvería temporalmente su pasaporte, previamente confiscado.
Por el plazo otorgado, el Cardenal, crítico del acuerdo del Vaticano con China sobre el nombramiento de obispos, viaja este sábado de regreso a Hong Kong.
¿De qué hablaron el Papa Francisco y el Cardenal Zen?
En declaraciones a America, el Cardenal explicó que pudo conversar, entre otros, sobre dos temas con el Papa Francisco.
El primero fue agradecerle al Santo Padre que le haya dado a Hong Kong “un buen obispo”, Mons. Stephen Chow S.J., un jesuita nombrado tras largas tensiones con las autoridades chinas.
Lo segundo es que el Cardenal Zen le pudo contar al Papa Francisco sobre el trabajo que hace en las cárceles de China en los últimos 10 años, donde ha podido bautizar a varios presos.
El Purpurado chino dijo que el Papa Francisco se puso “muy contento” al escuchar sobre este trabajo pastoral.