Este domingo, 24 de diciembre, después de rezar la oración mariana del ángelus, el Santo Padre manifestó su cercanía a todas las personas que sufren por la guerra, la pobreza, el hambre y la esclavitud. Y pidió que, ¡El Dios que tomó para sí un corazón humano infunda humanidad en el corazón de los hombres!