La invitación del Pontífice tras el rezo del Ángelus es a unirse a él en la oración a la Virgen en el Día de la Inmaculada Concepción. «Pedimos la paz, que se pacifiquen los corazones, ¡que haya paz!», dice. Un pensamiento también para los miembros de la Acción Católica y el jubileo de la diócesis canadiense de Quèbec.